Las garrapatas son unos bichos bastante comunes que suelen afectar principalmente a las mascotas, alojándose entre su pelaje para alimentarse de su sangre y proliferar. Sin embargo, estos molestos animalillos también son conocidos por atacar a las personas, llegando incluso a propagarles una enfermedad bastante delicada, como lo es la enfermedad de Lyme. Ahora bien, si acaso has sido víctima de una picadura de garrapata, aquí podrás encontrar todo lo que necesitas saber al respecto: cómo identificarla, de qué manera prevenirla y qué hacer en caso de que se presente, en una guía completa sobre las garrapatas y sus picaduras.
¿Cómo saber si se trata de una picadura de garrapata?
Lo primero que debes saber es que existen aproximadamente 850 especies diferentes de garrapatas. Usualmente, sus picaduras son inofensivas pero, en ocasiones, pueden llegar a producir serios problemas de salud.
Ahora bien, para determinar si has sido o no picado por una garrapata, debes tener en cuenta los posibles síntomas y señales que se derivan del piquete de esta plaga, como lo son:
- Dificultad para respirar normalmente.
- Formación de ampollas y sarpullido.
- Detención de la respiración.
- Dolor localizado en la zona de la picadura que perdura por semanas.
- Inflamación del área afectada.
- Sensación de debilidad.
Cabe acotar que estos síntomas de la picadura de garrapata no son aplicables a todas las especies, por lo que a veces puede que no se presente ningún tipo de señal.
Además de esto, es importante saber reconocer la sintomatología asociada a las enfermedades que pueden ser transmitidas por las garrapatas, los cuales pueden tener lugar semanas después de haber recibido su picadura. Entre algunos de los síntomas se encuentran fiebre, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos, rigidez en el cuello, dolor en el cuerpo, entre otros.
De esta manera, es posible deducir si se ha sido víctima de uno de estos bichos y si existe la probabilidad de haber contraído alguna de las enfermedades que los mismos transmiten.
¿Cómo evitar una picadura de garrapata?
Evidentemente, nadie quiere tener que lidiar con los molestos síntomas de una picadura de garrapata, y mucho menos enfrentarse a las delicadas enfermedades que éstas pueden propagar. Por lo tanto, resulta útil saber cómo evitar un ataque de estos bichos, para lo cual vale las siguientes recomendaciones.
- Utilizar una vestimenta adecuada que cubra la mayor parte del cuerpo: si piensas ir al campo o a lugares rodeados de naturaleza, en los que pueda haber bichillos de estos, es recomendable utilizar pantalones largos, calcetines y camisas de manga larga, preferiblemente de colores claros para poder detectar si alguna garrapata se te ha subido.
- Hacer una revisión de la ropa, la piel y el cabello: si estás al aire libre, procura revisarte cada 3 horas aproximadamente para constatar que no tengas garrapatas sobre tu ropa, tu piel o tu cabello. Así, en caso de encontrar alguna, podrás retirarla antes de que te pique.
- Utilizar repelente de insectos: los repelentes de insectos en spray resultan bastante útiles para evitar el acercamiento de estas plagas, por lo que te recomendamos aplicarlo ligeramente sobre la ropa, antes de salir al aire libre.
¿Qué hacer si presentas una picadura de garrapata?
Si a pesar de tus esfuerzos por mantenerte alejado de las garrapatas y evitar su picadura, has resultado ser víctima del piquete de este animal, deberás hacer lo siguiente:
- En primer lugar, limpia la zona afectada con ayuda de un algodón y alcohol, a los fines de desinfectar la herida.
- Coge una pinza y, con mucho cuidado, intenta retirar la garrapata de tu piel, procurando que ésta no se rompa y que ninguna parte de su cuerpo quede alojada en la zona de la picadura.
- Desinfecta nuevamente la zona, utilizando otro algodón con alcohol y luego aplica una compresa fría para bajar la inflamación y la comezón que hayan podido producirse.
- Evita a toda costa rascarte en la zona de la picadura de garrapata, dado que esto solo empeorará el picor y la inflamación, y además podría conducir a una infección. En caso de tener comezón, aplica un calmante tónico para reducirla.
- Si al pasar dos semanas, continúas experimentan los síntomas propios de la picadura de garrapata, no dudes en consultar con tu médico.
Remedios caseros para picadura de garrapata
Afortunadamente, existen algunas alternativas caseras que pueden resultar bastante eficaces para el tratamiento de la picadura de garrapata, y a continuación te mencionamos algunas de ellas.
- Aspirina: este es uno de los remedios más prácticos y efectivos para reducir la inflamación y el picor producido por la picadura. Para recibir sus beneficios, solo debes diluir una pastilla en agua hasta formar una pasta, que luego aplicarás sobre la zona afectada por espacio de 20 minutos.
- Bicarbonato de sodio: el bicarbonato de sodio es un producto verdaderamente efectivo para tratar distintas dolencias en la piel, y en este caso resulta de gran ayuda. Para utilizarlo, mezcla una cucharada de bicarbonato de sodio con dos cucharadas de agua hasta formar una pasta, y luego aplícala sobre la picadura por espacio de 30 minutos.
- Aloe Vera: otro remedio infalible para tratar distintos tipos de dolencias es el aloe vera, una planta que puede aliviar el sarpullido y el picor producidos por la picadura de garrapata. Coge un poco de savia recién extraída de la penca de sábila y frótala directamente sobre la zona afectada para recibir sus beneficios. En caso de no tener la planta a tu disposición, puedes aplicar un poco de gel de aloe vera farmacéutico, aunque los efectos pueden no ser los mismos.
¿Cuándo acudir al médico frente a una picadura de garrapata?
Si bien es cierto que la mayoría de las picaduras de garrapata suelen ser inofensivas y que los remedios caseros pueden ir bastante bien para tratar la inflamación y el picor, en ocasiones pueden llegar a producirse mayores complicaciones, presentándose en el paciente síntomas delicados, propios de enfermedades transmitidas por esta plaga, los cuales ya hemos descrito anteriormente.
De ser el caso, es indispensable acudir al médico para recibir el diagnóstico y el tratamiento correspondiente, a los fines de garantizar la salud del afectado.
