Los ácaros son unos bichos diminutos, muy difíciles de percibir a simple vista, cuya picadura suele resultar bastante molesta tanto para los animales como para las personas. De hecho, este pequeño animalito es el principal transmisor de la temida enfermedad conocida como sarna, lo que nos lleva a pensar en la picadura de ácaros como un serio problema, y no como algo que deba tomarse a la ligera.
Por tal razón, a continuación te contamos todo lo que debes saber acerca de la picadura de ácaros: cómo identificarla, de qué manera prevenirla y cuáles medidas tomar en caso de haber sido víctima de estas horrendas plagas.
¿Cómo saber si se trata de una picadura de ácaros?
Saber identificar la picadura de ácaros es realmente indispensable para poder tomar acción y así solventar el caso. Muchas personas suelen confundir estas picaduras con las de otros insectos, como por ejemplo los mosquitos comunes, y no se percatan de que el verdadero culpable se halla aún oculto entre sus alfombras, sus cortinas o su ropa de cama.
Ahora bien, cuando se trata de diferenciar una picadura de ácaros, no solo las heridas sobre la piel sirven como señal, ya que estos molestos bichillos tienden a causar alergias o malestar general, incluyendo estornudos, enrojecimiento de los globos oculares, congestión nasal, entre otras molestias, dándonos otro indicador de su indeseable presencia.
Por supuesto, la aparición de ronchas en la piel, acompañadas de enrojecimiento y de una intensa comezón, son otro de los síntomas que nos hacen pensar en la culpabilidad de estas plagas, por lo que verificar la presencia de erupciones en la piel, especialmente en los dedos de los pies y de las manos, el interior de los codos, las rodillas y alrededor de los genitales es fundamental para determinar si has sido o no atacado por este bicho.
¿Cómo evitar una picadura de ácaros?
En vista de que la picadura de ácaros puede llegar a ser bastante molesta, conviene saber con exactitud qué hacer para evitarlas, y a continuación te dejamos algunas recomendaciones que pueden servir para cumplir dicho propósito.
A modo general, para evitar un piquete de ácaros, debes encargarte de propiciar la buena higiene en tu hogar, ya que los restos de polvo, bien sea en alfombras, muebles o en tu propio colchón, suelen ser el escondite perfecto para estas pequeñas pero fastidiosas plagas.
Por tal motivo, te aconsejamos utilizar la aspiradora en lugar de la típica escoba a la hora de retirar el polvo, ya que es mucho más probable que logres atrapar hasta las más mínimas partículas de polvo en el hogar, lo que te resultaría casi imposible con la ayuda de la escoba común.
Asimismo, te aconsejamos ventilar cada cierto tiempo los espacios, además de las cortinas, las alfombras y la ropa de cama, lavar la mantelería a una temperatura igual o superior a 60°C, incluyendo un poco de bicarbonato de sodio, y utilizar cubrecamas y fundas anti-ácaros sobre los colchones.
Por otro lado, te recomendamos contrarrestar en la medida de lo posible la humedad, ya que esto evitará la proliferación de estos molestos arácnidos.
¿Qué hacer si presentas una picadura de ácaros?
Si en tu intento por mantenerte alejado de los ácaros, has resultado ser víctima de estos horrendos bichillos, no dudes en seguir las siguientes indicaciones.
En caso de observar numerosas picaduras, acude a tu centro de salud más cercano para ser debidamente analizado y recibir el diagnóstico correspondiente. Muchas veces, la picadura de ácaros es subestimada, olvidándose que este bicho es el principal propagador de la sarna.
Un médico o especialista podrá recetarte una pomada tópica a base de permetrina o algún ungüento de azufre para mejorar los síntomas. Asimismo, podrá recomendarte la toma de antibióticos si se considera necesario, con el propósito de evitar la infección de las heridas.
Por otra parte, para calmar la comezón, podrás recurrir a cremas antihistamínicas o a base de hidrocortisona, procurando no exponerte al sol durante su aplicación.
Por último, te recomendamos no rascar la zona afectada, dado que podrías empeorar los síntomas de la picadura y propiciar que las heridas se infecten.
Remedios naturales para picadura de ácaros
Aunque lo ideal ha de ser contactar con un especialista, quien ayude a minimizar las molestias producto de una picadura de ácaros, existen algunos remedios naturales que tú mismo puedes aplicar para solventar el problema por tu propia cuenta.
- Avena: accesible y muy fácil de preparar, solo necesitas agregar unas cucharadas de harina de avena al agua de baño y sumergirte en la tina durante un par de minutos, para notar cómo la comezón y la inflamación disminuyen notablemente. Procura que el agua esté tibia o fría, dado que el agua caliente puede incrementar el picor. A la hora de secarte, hazlo con una toalla limpia y sin frotar la piel, para evitar causar mayores daños.
- Aceites esenciales: los aceites esenciales son otra excelente alternativa para tratar el piquete de ácaros y, entre ellos, el aceite de árbol de té es uno de los más recomendados. Para usarlo, debes añadir unas gotas de este aceite en el agua de baño e introducirte en la tina para aliviar la comezón. Si deseas, puedes mezclarlo con hamamelis o aplicarlo suave y directamente sobre la picadura, con ayuda de un algodón.
- Aloe Vera: el gel de aloe vera es un estupendo anti-inflamatorio y desinfectante que puede servir para calmar las molestias producidas por los ácaros y sus mordeduras. Luego de lavar muy bien la zona afectada, aplica una cantidad generosa de gel de aloe vera sobre ella, dejando actuar por espacio de 30 minutos, para luego enjuagar con agua fría y repetir al menos 2 veces durante el día.
¿Cuándo acudir al médico frente a una picadura de ácaros?
La picadura de ácaros puede no suponer mayores inconvenientes, resultando bastante efectivo el tratamiento en casa, con remedios naturales como los antes listados. Sin embargo, puede que las reacciones manifestadas por la persona afectada se tornen más severas de lo normal, desembocando en un shock anafiláctico, en el caso de personas alérgicas, o en otros síntomas delicados que no mejoran al pasar el tiempo.
Frente a esos casos, lo más aconsejable es consultar con un médico o especialista, quien sea capaz de llevar a cabo el debido diagnóstico y de recetar el tratamiento más oportuno para así garantizar la buena salud del paciente.