Los piojos suelen afectar mucho a los niños, pero ¿qué se hace cuando también invaden las cabecitas de los bebé? Primero, si sospechas que los animalitos han afectado al niño, revísalo en un lugar con mucha claridad. Entretenlo mientras chequeas el cabello y el cuero; coloca un paño de color blanco en sus hombros para saber cuándo caigan los bichos.
Cómo identificar si son piojos o liendres
El proceso de revisión debe hacer mechón por mechón, si utilizas una lupa mejor. También chequea detrás de las orejas, nuca y cuello. Los piojos son negros, pero las liendres son de color blanco, por lo que en muchos casos se les confunde con caspa. Mantente atenta a estas características.
Combatiendo a los piojos
Una vez que hayas constatado que sí tiene piojos, busca en una farmacia un producto que contenga aceite de coco o dimeticona. Estos son ingredientes que no resultan fuertes ni dañinos para la piel de los niños que es muy delicada. Ambos se aplican en el cabello seco, luego se coloca un gorro de plástica por el tiempo que recomiende el especialista. Lava la cabeza del bebé con su champú regular y peina con un anti piojos. De esta forma, los animales saldrán con más facilidad. El tratamiento debe seguirse por unos 10 días aproximadamente para mayor eficacia.
Evitar la reproducción de los piojos
A fin de frenar la aparición de más liendres en la casa, lava con agua caliente la ropa, sábanas y todo lo que haya tenido contacto con el bebé. De ser necesario, al niño hay que cortarle el pelo. Si no quieres hacerlo a tu niña, entonces amarra el cabello.
Si hay algo que caracteriza a estos animales es que se desplazan con facilidad a otras cabezas, así que si alguien más en la familia se contagia, utiliza los mismos productos que le recomendaron a tu niño. O aplica remedios caseros, son muy efectivos.
